Formar comunidades y la espiritualidad de comunión
Jacobo Ordoñez
jacoboodonez@diocesisdesaltillo.org.mx
Saltillo, Coahuila, México a 1 de agosto del 2020
“Así nos pongamos en peligro, como se ponen en peligro estos jóvenes para hacer un reclamo justo”
En la Oración al Santo Cristo en este día de su novenario, se nos recuerda lo que Él nos dijo: “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos”, y continúa: “La vida comunitaria es garantía de tu presencia en nosotros. En este quinto día te pedimos nos concedas vivir la espiritualidad de comunión, para llegar a formar comunidades que posean un mismo corazón y un mismo espíritu”. Es así como en torno al Santo Cristo la reflexión es que desde un renovado sentido comunitario se promueva el bien común y se supere el individualismo. Esto motivó al Señor Obispo de Saltillo Fray Raúl Vera López, a hablarle a la comunidad que lo acompaña a través de las redes desde muy temprano, dando un mensaje de apoyo a las y los jóvenes de la Universidad Autónoma de Coahuila ante un justo reclamo que hacen para que se elimine el reciente incremento a las tarifas de inscripción en la Universidad, en medio de esta Pandemia.
El Obispo Vera aprovechó la misa de 5.30 am para hacer un llamado a las autoridades para que respeten la dignidad, la integridad y la vida de las y los más de 20 jóvenes que integran el Movimiento Estudiantil Coahuilense que se han organizado en Saltillo, pues tienen razón en estar en contra del aumento de las cuotas de colegiaturas de la Universidad en medio de la Pandemia que estamos viviendo. A la crisis sanitaria y económica se sumaría una estudiantil, ante el número de estudiantes que no alcanzarán a pagar sus estudios y todo lo que implica el dejar los estudios y la carrera profesional por la que habrían apostado.
«Que todos piensen bien de lo que hay que hacer para que la sociedad se ordene como debe ser. Por eso esa es la figura de un rey, en la que nos es presentado el Mesías, El Salvador, como lo vimos en las Navidades; y hoy Isaías habla de ese rey justo, que dicta sus juicios sin favoritismos, sin cubrir los crímenes de otros, eso no lo soporta Dios”. Y se dirigió “al obrero, al maestro, al servidor público, al empresario, al juez, al campesino, a la ama de casa, a quien asiste a los demás, al servidor de la salud (sea pública o privada), al ingeniero” pidiéndoles que en sus espacios respectivos en los que se desarrollan, trabajen con y para las demás personas haciendo común unión: “Ahí te debes ver. Ahí tienes que entender que debes respetar profundamente la vida humana y que debes respetar el orden social justo, y debes promoverlo, y debes trabajar por ello. Así nos pongamos en peligro, como se ponen en peligro estos jóvenes para hacer un reclamo justo que es que les permitan formarse para servir a su nación, para tener un medio honesto en ese servicio, también el tener el sustento digno de una familia”.
“Y esto no debe ser sólo para una persona universitaria, esto debe ser para un campesino, para un pescador, para un carpintero, esto debe ser para un fontanero, para un albañil, para un peón, todos tienen derecho a una vida digna, con vivienda, con salud, con todos los servicios, con medios suficientes para sostener a sus hijos, hasta una formación universitaria. Eso es un derecho. No es la suerte que tuvieron unos cuantos y los demás, ¡qué pena que naciste en un ranchito, en un ejido! ¡Qué pena que naciste en ese barrio, qué pena que naciste de un empleadillo! Esto es el individualismo y el egoísmo. A lo que hoy se nos invita es a tener un renovado sentido comunitario que promueva el bien común. Esto es lo que abarca el bien común, el derecho a gozar de todos los bienes que en este país Dios puso para que sus habitantes gozaran de los beneficios que Dios le dio a esta tierra”.
“Nosotros estamos aquí para entender esto que nos está diciendo la Palabra de Dios”.